Biedermeier
Biedermeier es un estilo artístico de principios del siglo XIX que se caracteriza por un estilo clásico y convencional de pintura, escultura, arquitectura e interiorismo. Biedermeier fue una respuesta al estilo rococó ornamentado del siglo XVIII. El nombre "Biedermeier" proviene de la palabra alemana Biedermann, que significa ciudadano medio o ciudadano, literalmente "buen vecinor ", lo que implica un estilo de vida respetable de clase media. Las pinturas de Biedermeier se caracterizan por que los sujetos no son notables y cotidianos. El movimiento Biedermeier reaccionó contra el romanticismo y el período rococó anterior creando obras más realistas, concentradas en la vida cotidiana y representando a personas comunes . Los artistas del período Biedermeier intentaron retratar su propio tiempo sin expresar un sentimiento o deseo por un mundo idealizado en el pasado, presente o futuro. En las pinturas del período Biedermeier, los cambios sociales y económicos, incluida la Revolución Industrial y el surgimiento de la ciudadanía de clase media, se reflejaron. Las pinturas de Biedermeier se centraron en temas de vida doméstica en lugar de grandes visiones románticas. Las pinturas no contenían mensajes políticos, sino que comentaban sobre la sociedad mostrando escenas cotidianas como personas leyendo periódicos, haciendo música y bordado. Las obras representaban actividades cotidianas pero con un sentido de social estabilidad y calma coherentes con los ideales Biedermeier. Los sujetos de las pinturas eran inocentes y mundanos; Paisajes, paisajes urbanos, interiores domésticos, niños jugando o trabajando, mujeres cosiendo o leyendo así como retratos masculinos serían típicos de la época. Los pintores del período Biedermeier utilizaron elementos como la suavidad, la moderación y la sencillez para mostrar los valores de la clase media. Los colores utilizados en las pinturas eran típicamente acuosos porque se habían diluido con grandes cantidades de disolvente para dar un acabado uniforme. Esto se hizo para que cuando una imagen captara la luz, brille y brille, proporcionando otra fuente de interés para la obra. Los sujetos de las pinturas de Biedermeier estaban generalmente idealizados y muy alejados de la realidad. Los artistas retrataron un mundo armonioso, donde la posición social está claramente definida, se mantienen las distinciones entre hombres y mujeres, así como entre los miembros de la familia, y el sentimentalismo se mantiene en un nivel alto.